Este blog no incluirá expresiones como "yo creo", "yo opino", "me parece que" ni nada de eso. Tengo razón hasta que alguien me demuestre lo contrario, para lo cual están todos formalmente invitados a postear comentarios.
sábado, 28 de noviembre de 2009
Luis Buñuel's "Le fantôme de la liberté" (1974)
lunes, 9 de noviembre de 2009
Luis Buñuel's "El Angel Exterminador" (1962)
Introducción, Nudo, Desenlace. Así fuimos enseñados y en lo mas profundo de nuestra tolerancia, seguimos queriendo simplificar la realidad a eso: Introducción, Nudo, Desenlace. Y aquí hace su entrada Luis Buñuel, complicándolo todo. "El Ángel Exterminador" es la exploración y explotación del absurdo. Ya una de las primeras escenas pareciera que cumple con ser una advertencia a lo que esta por venir: los comensales de una cena de la alta sociedad llegan a la recepción, suben las escaleras para dejar sus abrigos, inmediatamente después, vuelven a llegar y nuevamente son invitados a subir las escaleras para dejar sus abrigos. ¿Explicación a esta repetición? Ninguna. Como el mismo Buñuel comentara, "Si el filme que van a ver les parece enigmático e incoherente, también la vida lo es. Es repetitivo como la vida y, como la vida, sujeto a múltiples interpretaciones. El autor declara no haber querido jugar con los símbolos, al menos conscientemente. Quizá la explicación de El Ángel Exterminador sea que, racionalmente, no hay ninguna".
Haciendo de la sinopsis una obligación lo mas breve posible, participamos de una cena de la alta sociedad que, instantes antes de que lleguen los invitados, todos los sirvientes del lugar abandonan su trabajo sin previa explicación, dejando únicamente al mayordomo a cargo de todo. La cena, exceptuando repeticiones como la comentada anteriormente, evoluciona sin mayores dificultades. Los comensales cotillean, se burlan unos de otros, y muestran todas las pequeñas miserias a la que nuestra vida cotidiana nos tiene por demás acostumbrados. Luego, finalizada una sonata tocada por una de las invitadas, inexplicablemente ninguno abandona el lugar, improvisando cada uno de ellos un lugar para dormir. A la mañana siguiente, al no poder explicar el comportamiento del día anterior, llegan a la conclusión de que no pueden abandonar el salón en el que se encuentran. Existe una línea invisible que los separa de la libertad, de ahora en mas, la suerte de todos esta condenada a ese salón, los integrantes del improvisado grupo pasan a ser náufragos en esa habitación que los retiene, de la que nadie puede salir y a la que nadie puede entrar.
Los días pasan y el comportamiento de los comensales se vuelve cada vez mas precario y barbárico. Unas cabras que querían ser utilizadas para una broma en la cena finalmente entran al salón, son sacrificadas, asadas y posteriormente devoradas por los comensales de etiqueta. Los modales cada vez son menos cuidados, tenemos riñas, lujuria, mentira, hurto y hasta intento de asesinato. Cuanto mas extrema se vuelve la situación, mas extremo se vuelve el comportamiento de sus participantes, hasta reducirlos a la precariedad absoluta y la barbarie.
Imagino la total y absoluta fascinación que puede haber provocado este filme en las mentes ávidas de interpretaciones socio-políticas, y seguro las habrá, innumerables. En mi caso, prefiero ver el "El Ángel Exterminador" como un experimento de laboratorio de Luis Buñuel. Pensemos en introducir una docena y media de integrantes de nuestra entrañable sociedad en una habitación, luego, cuidadosamente y de manera imperceptible, ponemos un vidrio, cual pecera, cerrando la única salida que tienen disponible, pero ellos, al igual que una mosca golpeándose insistentemente contra un cristal, no saben lo que ese cristal significa, solo experimentan la imposibilidad de salir.
No hemos cambiado el entorno de nuestros invitados, siguen siendo los mismos que se han reunido a cenar amistosamente, en la misma casa, únicamente hemos confinado su espacio. Al limitarlo, toda acción que cada uno de ellos realice afectara directamente al resto de los integrantes del grupo, todo lo que alguien tome, será quitado a otro, no habrá privacidad, todo estará a la vista de todos: cada mentira, burla, cotilleo y traición será vista por todos y compartida con todos.
Todo esta listo, el espacio experimental preparado, los sujetos a analizar en sus posiciones, no tenemos mas que dejar pasar el tiempo, día a día, y asistir al espectáculo de la decadencia de la condición humana. En este caso, por 90 minutos, sin tener que salir de nuestras casas.
domingo, 8 de noviembre de 2009
George A. Romero's "Night of the Living Dead" (1968)
lunes, 2 de noviembre de 2009
John Carpenter´s "Halloween" (1978)
Primer película del cine de Slayer, tiene su abuela en Alfred Hitchcock´s “Psycho” (1960) y su madre en Tobe Hooper´s “The Texas Chain Saw Massacre” (1974). Brillantemente dirigida por John Carpenter, cada uno de los elementos del filme, años más tarde, se han convertido en el decálogo de todo un subgénero que, por más de 20 años, nadie se ha atrevido a salir de sus enseñanzas.
Todo empieza con una pareja de adolescentes remoloneando en el sillón del living de su casa. Vemos la escena desde los ojos de alguien absorto en la situación. La pareja sube a su habitación, los seguimos, lentamente, desde el exterior de la casa, ventana a ventana. Conocemos la casa, entramos por la puerta trasera. En la cocina tomamos un cuchillo, lo miramos detenidamente y consideramos que es lo suficientemente grande. Vemos salir al novio de la chica, que aun está en su habitación. Esperamos. Subimos las escaleras, peldaño a peldaño, sin ansiedad ni apuro. Nos topamos con una máscara en el piso, decidimos usarla, vemos únicamente a través del hueco de sus ojos, pero es suficiente. Pasamos a la habitación de la chica que esta desnuda y absorta en sus pensamientos. Nos escucha, se voltea, nos ve, nos reconoce, grita… Escuchamos la hoja del cuchillo clavándose una y otra vez en su pecho, miramos su rostro desencajado de dolor, miramos la hoja de la cuchilla completamente ensangrentada, vemos el mecánico ejercicio de la hoja clavándose una y otra vez en el pecho de la chica que nos ha reconocido. Sin vida, vemos su cuerpo caer al piso. Salimos de la casa.
Nuestros padres, horrorizados, nos ven salir, nos llamamos Michael Myers, tenemos 6 años y acabamos de apuñalar a nuestra hermana mayor.
Esta secuencia es un brillante ejemplo de cómo la conjunción de una idea renovadora, un argumento original y la brillantez técnica de un director que tuvo la lucidez de hacernos cómplices del propio asesino, de participar de su experiencia, en una secuencia sin cortes de cinco minutos, crean algo que es imborrable, que desde el momento en que lo vemos, pasa a formar parte de nuestra imaginería: el cuchillo de Norman Bates cayendo una y otra vez sobre su víctima en la bañera de “Psycho”; Alien en todas sus etapas evolutivas: el huevo, el embrión estallando el pecho de su anfitrión, el Alien adulto superviviente perfecto; la aleta de Tiburón, asediando una tranquila playa turística, y los increíbles Zombies de George A. Romero: desgarrando y devorando la carne de sus víctimas, la niña zombie comiéndose a su propio padre y matando a su madre clavándole incansablemente una espátula una y otra vez en el pecho.
De una manera o de otra, todos hemos visto “Halloween”. Es incalculable la cantidad de películas que inspiró: sea copias baratas, realizaciones Clase B, grandes producciones de Hollywood, cine de otras nacionalidades, sátiras, comedias, y un incansable etcétera que sigue creciendo día a día. A hoy, reseñar la película no tendría ningún sentido: hablar de un corpulento asesino de adolescentes promiscuas en la noche de Halloween, enmascarado, armado con un cuchillo desproporcionadamente grande, de pocas palabras y respiración pesada, es una obviedad que no despertaría el interés de nadie.
Pero el interés está en pensar que una película, una idea, realizada con un presupuesto mínimo por un realizador novato, supo abrirse camino de la manera que lo hizo en nuestra cultura contemporánea y ser parte de las leyendas urbanas de cualquier nacionalidad, siendo un éxito de taquilla internacional, desde su estreno, hasta el día de hoy, en la forma de secuelas e interminables variantes y repeticiones. Destacando además que no solo su original idea fue lo que hizo inmortal esta película, sino que John Carpenter supo realizar un filme impecable, recurriendo a la mínima expresión de Gore, con una violencia perfectamente utilizada, sin derramar una gota de sangre más de la necesaria, con un suspenso agotador, constante, absorbente, utilizando brillantemente los fondos, mostrándonos lo que los protagonistas no pueden ver, haciéndonos cómplices del asesino, y en muchos casos, obligándonos a compartir su punto de vista.
Por una hora y media de proyección, Carpenter juega con nosotros: por momentos somos Michael Myers, nos interesamos por sus víctimas al igual que él y esperamos a su lado, luego pasamos a ser sus cómplices, compartiendo el asiento de su auto mientras lentamente seguimos a nuestra próxima presa, y en otros casos asistimos a la suerte de alguna de sus víctimas sin poder hacer más que ver lo que ellas no pueden ver, queriendo avisarles que detrás de ellos esta el asesino esperando plácidamente detrás del portal.
viernes, 30 de octubre de 2009
Dream Theater, 23/10/2009, La Cubierta, Leganés, Madrid
Cumplo en reseñar brevemente el concierto para recordarme que volver a verlos es una obligación impostergable.
Lo peor, el sonido en plan bola debido al lugar, La Cubierta de Leganés en Madrid, plaza de toros techada con una acústica cuestionable. Y el público: triste, parco, opaco y aburrido, en resumen una lagrima.
Lo mejor, ellos, con un virtuosismo en vivo impecable, y un concierto de casi dos horas que nunca decae. “The Dance of Eternity” sin duda lo mejor del Setlist, seguido de “A Nightmare to Remember” y “The Count of Tuscany” que valieron la pena para dar muchas ganas de escuchar una y otra vez su último disco “Black Clouds & Silver Linings” (2009).
El Setlist del 23 de Octubre de 2009:
1. A Nightmare to Remember
2. The Mirror
3. Lie
4. A Rite of Passage
5. The Dance of Eternity
6. Solitary Shell
7. Pull Me Under
8. The Count of Tuscany
Y para los metaleros de ley, envidien que nos tocó “Pull Me Under”, que en todas las últimas presentaciones no lo están incluyendo en el Setlist.
Jaume Balagueró´s "REC" (2007)
Faltó decir que REC está filmada íntegramente con cámara en mano en plan documental, como se hizo ocho años antes la visionaria “The Blair Witch Project”. ¿En que estaba? Cierto, cada vez mas zombies. Precintan la casa, nadie puede salir (tanto nosotros, como los protagonistas y el bajo presupuesto de la película, estamos todos encerrados en la casa, no podemos salir). Se corta la luz, podemos ver únicamente a través del lente infrarrojo de la cámara que filma, con lo cual, se suma la disminución total de visión a nuestros nervios totalmente colapsados por a) los gritos de la protagonista, b) el constante movimiento de la cámara en mano, c) la extraña fascinación de los zombies de ponerse espásticos, convulsos y gritones cuando los enfoca la cámara en primerísimo plano.
Hay un intento de explicación a todo esto, un “alquimista” cree que “cometió un terrible error”. Listo. A todo lector que no haya visto la película, le adelanté todo lo que la película tiene de argumental, pido disculpas.
¿Cuál es el problema con REC?
Por un lado, todo realizador de cine de terror sabe que el que juega con zombies puede terminar haciendo una comedia. Hay una realidad ya universal, y es que los zombies son graciosos, muy graciosos. El zombie es un recurso muy útil a la hora de argumentos cuestionables: saben abrir puertas cuando conviene al argumento, y minutos después se quedan golpeando la cabeza contra la misma puerta sin saber cómo abrirla para generar suspenso. Por momentos tienen una fuerza hercúlea, instantes después, no pueden ni caminar, cuando hay que generar suspenso se quedan tranquilamente tumbados por tiempo indefinido, instantes más tarde, cuando hay que generar sorpresa, resucitan desbocadamente. Es un hecho que hay que tener cuidado con los zombies, porque todo empieza como cine de terror pero puede terminar siendo un descojone.
Por otro lado, el eterno dilema de la Sorpresa vs. el Suspenso. Alfred Hitchcock en un reportaje realizado por François Truffaut lo ejemplificó de la siguiente manera:
“No es lo mismo la sorpresa que el suspenso. Sorpresa es que en una reunión explote una bomba que había oculta debajo de una mesa. Suspenso es que veas como colocan la bomba, sepas cuando va a explotar, y veas como la sala se va llenando de gente mientras quisieras gritarles...Hey, que hay una bomba!!”
La sorpresa puede y es eficaz, pero efímera. El buen suspenso, se sostiene en el tiempo, crece, absorbe al espectador y lo une invariablemente a la suerte de los protagonistas del filme. El eterno problema con el cine de terror es que muy pocas películas han sabido utilizar el complejo recurso del suspenso, es inevitable nombrar las inmejorables Alfred Hitchcock´s “Psycho” (1960), Stanley Kubrick´s “The Shining” (1980) y John Carpenter´s “Halloween” (1978) como ejemplos de lo mejor que el cine de terror ha sabido ofrecer.
En general, el cine de terror se limita a sostener la tensión del espectador de sorpresa en sorpresa, películas que mas tarde o más temprano caen en el olvido. ¿Qué tiene de malo? Pues nada, haciendo una analogía con un análisis de Salvador Dalí, podríamos decir que únicamente es la diferencia entre el erotismo y la pornografía.
lunes, 19 de octubre de 2009
Don Siegel's "Invasion of the Body Snatchers" (1956)
Basada en la novela de Jack Finney “The Body Snatchers”, trata sobre la supuesta invasión de unas semillas alienígenas capaces de duplicar a cualquier ser humano. Ubicada en la ficticia comunidad de Santa Mira, sus habitantes son reemplazados uno a uno por estos dobles idénticos que se ven iguales a su original, se comportan de la misma manera, con sus mismos recuerdos, pero, con una pequeña diferencia: algo no es normal en su mirada… especie alienígena basada únicamente en la supervivencia, carecen de las emociones y sentimientos humanos de las personas que reemplazan.
A excepción de las estéticamente cuestionables semillas alienígenas, esta película de ciencia ficción carece de cualquier efecto especial. Sus reglas de juego se basan en el supuesto de que la gente normal con las que todos los días convivimos y que conocemos de toda la vida, puedan ser impostadas por una figura foránea con su propia agenda. Su mejor logro, el suspenso provocado por este supuesto que plantea la imposibilidad de confiar en cualquier otro individuo y la potencial conspiración siempre presente.
En su día, con su estreno, la película supuso una metáfora a la invasión ideológica comunista en el corazón de los Estados Unidos en plena paranoia del Macartismo. Recuerdo de la persecución ideológica que suponía la imposibilidad de confianza entre individuos y la latente y constante posible conspiración. Más allá de que sus propios realizadores negaron cualquier posible analogía política a una película, que según ellos mismos afirman, buscaba únicamente contar una historia de ciencia ficción sin ningún mensaje entre líneas, el ejercicio del suspenso que el filme logra es más que interesante.
Ubicado en la ya citada población rural de Santa Mira, pequeño pueblo costumbrista de los Estados Unidos, las sospechas iniciales sobre algún individuo de la población empiezan a multiplicarse exponencialmente hasta llegar a creer que todos los habitantes forman parte de esta conspiración secreta de reemplazar todos y cada uno de los individuos por su doble alienígena. El objetivo de esta conspiración: la mera supervivencia. Sospechas fundadas únicamente en la forma de mirar o sentimientos inexplicables con palabras, distintos individuos de la comunidad empiezan a dudar de sus familiares más cercanos. Finalmente, en una escena magistral de un sábado como cualquier otro en la comunidad, se termina por demostrar la conspiración de toda la población funcionando sincronizadamente en una reunión de organización y distribución de las semillas sobre todos los pueblos allegados a Santa Mira. Viendo esta escena es imposible no recordar todas sus futuras influencias en “The Truman Show” (1998) con toda una ciudad coordinada en función de un individuo o en “The Matrix” (1999) con una representación controlada de toda una civilización.
Mas allá de las reales intenciones de sus realizadores, el suspenso creado por la película trasciende su argumento. Su ejercicio de la desconfianza conspiratoria es brillante.
Al menos a este humilde servidor, le hizo pensar en que todos nosotros, humanos civilizados que nos conocemos de toda la vida, haciendo nuestra vida día a día, conviviendo con nuestros amigos, familiares, conocidos, compañeros de trabajo, etc., tenemos la potencial doble personalidad de ser alienígenas, con nuestra propia agenda basada únicamente en la supervivencia de nuestras ideologías más radicales. Si no lo creen así, discutan de política con alguien y díganme si después de tres horas de inútil disertación no terminan por concluir que la única posibilidad que queda para explicar la discusión que ha tenido lugar, es que estamos rodeados de alienígenas.
domingo, 11 de octubre de 2009
Quentin Tarantino's "Inglourious Basterds" (2009)

No entraré en argumentos ni spoilers, solo decir que la película está ambientada en la Segunda Guerra Mundial y su contenido argumental son tres historias entrelazadas que culminan uniéndose en la secuencia final del filme. Estas historias son la del Coronel Nazi Hans Landa, brillantemente interpretado por Christoph Waltz; la historia de venganza de la rubia Shosanna y su mulato amante; y finalmente la de los bastardos liderados por un Brad Pitt en el papel que mejor le sale, el de bobo espástico.
No se puede decir que esta película no es buena, sin embargo, no se puede pensar en una película de uno de los más brillantes realizadores de las últimas décadas como una película más. Es inevitable que la expectativa de una película de Tarantino obligue a la comparación dentro de la obra del mismo Tarantino. Entonces, comparemos.
Sin contar la milagrosa “Pulp Fiction” (1994), que es incomparable, ya que es uno de los hitos más importantes del último cuarto de siglo del cine, considero que la mejor película de Tarantino fue "Jackie Brown" (1997), básicamente porque es la maduración del estilo Tarantino, llevado a su mejor y máxima expresión. Luego del fracaso comercial de esta película, Tarantino hizo “ligeros” cambios a su cine y logro los éxitos comerciales de ambas entregas de Kill Bill. Quizás lo más criticable, para alguien que tenía la esperanza del retorno de Tarantino a Jackie Brown, es haber visto la reafirmación de un Tarantino que ha seguido el curso definido por "Kill Bill". Curso que básicamente significó:
El dialogo paso de ser un medio a un fin: las primeras películas de Tarantino supieron innovar en presentar un dialogo casual y no trascendental al argumento del filme, que dentro de la consecución de una escena permitía darle a cada uno de los personajes una profundidad y cercanía que difícilmente podemos ver en otras películas antes de Tarantino. En "Reservoir Dogs" (1992), su opera prima, tenemos el decálogo del dialogo tarantinesco en una escena en que Tim Roth recibe de su jefe una clase magistral de como meterse en su personaje de policía encubierto, explicando que los pequeños detalles convencen a los oyentes del personaje que están conociendo, presentando finalmente la inolvidable escena del baño y el trafico de marihuana, contada por Roth. Ya en Kill Bill, el dialogo pasa principalmente de medio a ser fin, siendo la propia conversación la escena en si misma, presentando de manera mas obvia la marca registrada de Tarantino y espesando la dinámica de la película.
La violencia paso a ser explicita: en las tres primeras grandes obras de Tarantino (Reservoir Dogs, Pulp Fiction y Jackie Brown) la presentación de la violencia tenia un montaje muy cuidado en el que veíamos situaciones violentas presentadas de una manera mas relajada, que decía todo lo que tenia que decir, pero el espectador no terminaba salpicado de sangre. Con "Kill Bill", la violencia paso a ser también una marca registrada de Tarantino y cuanto mas salpicada terminara la cámara de sangre, mejor. Como antes, mas obvio, fin en si mismo y no medio para escenas que, aunque menos explicitas, sin duda fueron mas memorables que la orgía sanguinaria de "Kill Bill". Recordar escenas como Michael Madsen cortándole la oreja al policía en "Reservoir Dogs", con una cámara alejándose de la acción, mostrando únicamente una pared con el cartel de "Watch your head" al ritmo de "Stuck in the middle with you", o la inyección de insulina en "Pulp Fiction", con un montaje cuidado que no muestra en ningún momento la aguja clavándose en el pecho de Uma Thurman, escenas que en el espíritu de "Kill Bill" hubieran tenido mucho mas innecesario Gore.
La música paso de ser representativa de la época a ser marca registrada: otra vez, la increíble y nunca tan bien selecta música para marcar a fuego una década y definir con su banda de sonido toda una generación, dejo de tener sentido en si mismo y paso a ser otra marca registrada, llevada al extremo en "Inglourious Basterds" con una película ambientada en la Segunda Guerra Mundial y una banda sonora en algunos momentos totalmente inconexa, que nos recuerda a Tarantino pero nada tiene que ver con el momento temporal de la película, quedando mas como una advertencia de que estamos viendo a Tarantino que otra cosa. Las bandas de sonido de sus primeras tres películas son imborrables, recuerdos que quedan grabados como parte de una época, personajes y escenas que es imposible desasociar unos de otros. Difícilmente se podrá recordar algo de la banda sonora de "Ingloriuous Basterds" con su mezcla adultera de banda sonora mexicana y judíos descuartizadores de nazis.
Paso de seguir poniéndome espeso con este análisis, resumiendo que aunque la película es buena, la impresión que deja es que presenta a un realizador demasiado convencido de si mismo, que obviamente sabe que su marca registrada vende y seguirá vendiendo, con lo cual, el resultado es una película manufacturada en vez de una película realizada con la pasión que es imposible no ver en sus únicas, irrepetibles y brillantes "Reservoir Dogs", "Pulp Fiction" y "Jackie Brown", tres eventos imprescindibles del mejor cine de la década de los '90.
miércoles, 7 de octubre de 2009
Neil Blomkamp's "District 9" (2009)

El guión es una masa amorfa inaceptable, que no soporta ningún tipo de análisis ni busca tener ningún tipo de explicación coherente, haciendo de la explicación tonta en dos o tres palabras, su recurso mas usado. Citar sus fallos es una tarea titánica que no estoy dispuesto a llevar adelante, pero si voy a enumerar algún que otro fallo que aun recuerdo (mi cerebro ya ha eliminado gran parte de la película como mecanismo de auto preservación):
La nave alienígena se queda varada, supuestamente por falta de energía, pero por suerte no se cae, sino que queda flotando en el aire por mas de veinte años, menos mal, sino, nos quedábamos sin película. Los alienígenas tienen tecnología altamente avanzada y un armamento incomparable al humano, sin embargo, viven en una villa de emergencia hecha con chapas y comen basura. Los alienígenas cambian armamento que solo ellos pueden usar (porque esta genéticamente preparado para su ADN... ¿viste?) por comida para gatos, algo que les fascina tanto, tanto, tanto, que cambian cien latas de comida de gatos a un clan nigeriano, por un robot de guerra que escenas mas tarde nos demuestra que es capaz de cepillarse al clan nigeriano y a medio ejercito en pocos minutos. La total y absoluta estupidez alienígena es explicada con la inaceptable y aberrante solución de dos palabras de decir que "son obreros", totalmente inaceptable.
El problema de esta película y lo que hace que sea imperdonable, es que a diferencia de un "Independence Day" o "Armaggedon", presenta la mas tonta de las ciencias ficciones en plan serio, queriendo hablar de temas como el apartheid de una manera que millones de personas estén interesadas en escucharlo. Pero claro, lejos esta de plantear cualquier cosa dignamente, el tratamiento que hace de un tema serio de manera tan burda, hace que sea insultante la posible referencia.
Lo mas lamentable, es que esta película fue un éxito y lo seguirá siendo. Su mezcla de documental-ciencia ficción creo que la volveremos a ver repetida en próximas producciones similares. En algún momento tendremos la seguramente épica District 10 y quien dice 10, dice 11. Igual en la 11 nos paramos, porque trilogía ahora es algo digno y respetado. Ya hacer cuatro películas es de franquicia tonta, pero trilogía es algo serio.
Por suerte dura dos horas, podría haber sido mucho peor, recordando la interminable King Kong de Peter Jackson.
Juan José Campanella's "El Secreto de sus Ojos" (2009)

"El Secreto..." nos presenta el Darin "for export" al que ya estamos acostumbrados, con sus ojos caídos y su ilimitada fuente de inspiración actoral para decir "boludo" en todos los tonos y de todas las maneras posibles, algo así como la marca registrada yanqui del "fuck" pero en versión argenta. Lo acompañan Soledad Villamil en quizás su papel mas valiente (aunque igual de aburrida y seca que siempre, como nos tiene acostumbrados) y se suma Guillermo Franchella, emblema nacional del humor básico.
Pero Campanella logra algo impensado y la película escena a escena empieza a demostrar que el todo es muchísimo mas que la suma de sus partes. Mezcla adultera de thriller psicológico en código de humor argentino, la película entra en un "in crescendo" de secuencias memorables, algunas gloriosas como el análisis de Franchella de la mente del supuesto asesino del crimen brutal que se nos presenta al principio del filme y llegamos, pasada la primera mitad del filme a la mejor secuencia de esta producción.
lunes, 14 de septiembre de 2009
Tobe Hooper´s "The Texas Chain Saw Massacre" (1974)

Ejemplos indiscutibles podrían ser Steven Spielberg's "Jaws" (1975), "Indiana Jones and the Raiders of the Lost Ark" (1981), "E.T." (1982), Ridley Scott's "Alien" (1979), Don Siegel's "Dirty Harry" (1971), George Lucas "Star Wars" (1977) y un interminable etcétera que tiene en común una década de experimentación basada en la exploración de una idea o concepto con alta calidad de realización a bajo presupuesto y grandes éxitos de taquilla.
En general, estos subgéneros tuvieron su origen en una película única e irrepetible que les dió vida, para luego dejarnos con una descendencia de lamentables e innumerables hijos bobos: secuelas repetidas hasta el hartazgo, copiando el modus operandi de su precursora, garantizando una falta total de creatividad y originalidad, dándonos un cine iterativo y estúpido, y por supuesto, con importantes recaudaciones de taquilla.
"The Texas Chain Saw Massacre" es otro ejemplo indiscutible de esta idea. Sus 84 minutos de proyección son el principio del cine de "slayer" o: asesino corpulento de pocas palabras y mucha mala hostia que con elemento contundente, preferentemente filoso, extermina de la forma más sangrienta posible a su conjunto de victimas N-1, siendo 1 comúnmente la adolescente de curvas pronunciadas, preferentemente rubia, que es capaz de escapar una y otra vez de su perseguidor a fuerza de gritos y planos en contrapicado de su mini-short.
Otro merito que esta película tiene es su realización, con un presupuesto de solo USD 140.000 y un tiempo de rodaje de 4 semanas, es la máxima expresión de cómo lograr tanto con tan poco. Su director supo aprovechar con tanta maestría su limitado presupuesto, para lograr un tono único y aun hoy vigente, que luego de revisar toda la filmografía de este realizador, podemos caer en la única hipótesis que se ha debido a la pura y absoluta CASUALIDAD.
Más allá del análisis como precursora del genero, su acotado presupuesto y su excelente realización, esta película tiene un merito que, considero, va por delante de los anteriores, y aunque claramente se deba a su realizador, creo que también la casualidad y una serie de eventos afortunados supieron darle a esta película el tono adecuado que la hace única. Por ejemplificar, y obviamente sin comparar, Michael Curtiz "Casablanca" (1942) tuvo el beneficio de la casualidad para ser la gran película que es y, quizás, sin todas sus desafortunadas circunstancias de filmación, no hubiera sido más que otro de los innumerables romances de Hollywood.
El mérito que veo en esta película es que, como filme de terror, supo tener un inmejorable tono de pesadilla. En sí, creo que nuestro primer contacto con el cine de terror son nuestros propios sueños, al fin y al cabo, cada uno de nosotros es el mejor realizador posible para nuestras mejores (o peores) pesadillas.
Así, de principio a fin, se nos presenta un guión inconexo, en que únicamente el suspenso por si mismo conecta una secuencia con otra. Cinco adolescentes emprenden un viaje de fin de semana, sin más razón aparente que dos parejas viajando en furgoneta acompañadas de un minusválido. El grupo se nos presenta con una escena del minusválido descendiendo a orinar en el medio de la carretera, que luego de inexplicable situación, cae colina abajo ¿? Acto seguido y luego de pasar por un matadero nauseabundo, suben a la furgoneta a un hombre que estaba haciendo dedo en la carretera. Plano seguido vemos al viajero maltrecho, salido de un cuadro de Hieronymus Bosch, que roba la navaja del minusválido, se corta la palma de la mano, enseña a nuestros atónitos adolescentes una navaja que tenía guardada, le saca una foto al minusválido, al que se la quiere vender por dos dólares, quema la fotografía en ritual vudú, saca su navaja, corta el brazo del minusválido y es echado de la furgoneta para finalmente dejar unas escrituras con su propia sangre en el costado de la camioneta y danzar de manera espástica. Resumiendo, la película es una inconexión de eventos, ligados únicamente por el evento inmediato anterior.
Esta inconexión, que tiene un inicio abrupto y un final tajante, son todo lo que una pesadilla suele tener de argumental y no por eso nos es menos agobiante o eficaz. Así, como pareciera que una pesadilla no tiene más objetivo que provocarnos angustia, esta película no tiene más objetivo que llevarnos directamente a una masacre en Texas, motosierra mediante.
Como en otras películas de esta época, el bajo presupuesto y la falta de efectos digitales requería de una buena dosis de imaginación, que Hooper logra con un suspenso destacable sostenido en todo el filme, una fotografía impecable y una banda sonora agobiante. Las interpretaciones, aunque cuestionables en algunos casos, son todo lo que la película necesita, no hay argumento, hasta no hay casi correlación geográfica entre los lugares visitados, se suceden una y otra vez los mismos lugares, de manera circular, sin coherencia entre las distancias y sin propósito, nos daría la sensación de que estamos en un pueblo en el que lo único que existe es un grupo de adolescentes escapando de una familia de caníbales.
Al igual que ellos, y al igual que en nuestros sueños, no podemos salir de esa iteración dedicada únicamente a provocarnos angustia.
En resumen, los puntos que podrían considerarse “débiles” en la película, no hacen más que fortalecer su conjunto, invirtiendo toda su energía en el horror por sí mismo, sin aclaraciones que aquí, serian innecesarias. Por lo menos en mi caso, mis pesadillas no pierden tiempo en explicarme, con un raconto en blanco y negro, como de niño, el señor de la máscara de piel humana decidió dedicarse al seccionamiento de adolescentes, al estilo motosierra, luego de haber sido burlado y rechazado en un partido de baloncesto de la preparatoria.
miércoles, 9 de septiembre de 2009
"YO, ÑOÑO": Sera el mejor... pero no compila.
sábado, 5 de septiembre de 2009
Takeshi Kitano's "Glory to the Filmmaker!" (2007)

viernes, 4 de septiembre de 2009
From Hell to London, DIA 2




lunes, 31 de agosto de 2009
From Hell to London, DIA 1
Covent Garden
Mercado londinense techado de dos plantas, lugar ideal para desayunar si aun no se ha hecho, vale la pena verlo definitivamente. Un mercado es un mercado y mucho no se puede decir de el. Agotado el interés por sus tiendas, pubs y terrazas, podemos seguir nuestra caminata a:
Neal's Yard
Patio interior de colores prominentes, tiene unos cuantos bares con muy buenos zumos naturales y comidas "livianas", dentro de lo liviano que un Full English Breakfast puede ser. Olvidando ya el turismo gastronómico, caminamos unos metros mas y nos encontramos con:


St Luke Old Street
Caminando desde la dirección en que vinimos, ya a lo lejos se puede ver sobresaliendo de las copas de los árboles el obelisco de St Luke's. Iglesia con una nave muy rudimentaria, Hawksmoor fue el responsable de diseñar únicamente su torre... y se nota. El señor decidió que si esta iglesia necesitaba algo, era un obelisco, así que planto encima de su diminuta torre, un obelisco que fácilmente duplica la altura total de la nave. Mas allá de cualquier interpretación de las que se vienen comentando, es un hecho que las iglesias de este señor son algo diferente, y aunque haya o no interés en su simbolismo y significado, tienen un aura siniestramente particular. Terminada la sesión de fotos correspondiente, tildamos otro punto de nuestro pentagrama (C), y alegrando un poco el tono de nuestro recorrido, nos vamos caminando a:

De aquí, caminamos hasta Old Street Station para conocer por primera vez el metro londinense. Tomamos la línea Northern y nos bajamos en el zoológico humano de:
Camden Town
Un lugar que mas allá de los gustos particulares de cada uno es un “si o si” a ver en Londres, tiene el aporte adicional de una cantidad interminable de chiringuitos con comidas de todo tipo, cuya “regionalidad” es cuestionable, al menos el chiringuito de argentina poco tenia de comida argenta, pero vamos, que de cualquier manera se puede disfrutar una comida al paso mientras se visita el mercado. Como sugerencia adicional, una pinta de cerveza en algunas de las terrazas al borde del “rio”, más bien digamos un pequeño canal, es totalmente adecuada para luego continuar con las próximas horas de nuestro recorrido.
Agotado nuestro interés por el interminable Camden Town, la forma más rápida de llegar a nuestro próximo destino será tomar nuevamente la línea de metro Northern hasta Waterloo Station. Si se prefiere bus, búsquense la vida. Una vez hemos llegado a Waterloo Station, miramos hacia arriba en su búsqueda y caminamos hacia:
London Eye
Para estas horas, ya será por la tarde, y habiendo caminado lo suficiente, el descanso del vuelo del London Eye no vendrá mal. Como dato, es preferible comprar las entradas anticipadas (sin fecha fija) así una vez llegamos, tenemos que únicamente ir a la ventanilla de canje y no hacer la interminable fila de turistas sedientos de desorden. London Eye es una estructura descomunal, básicamente con la forma de una atracción de “vuelta al mundo” típica de un parque de diversiones, pero bestialmente mas grande. El “vuelo” es un recorrido de aproximadamente 30-40 minutos alrededor de toda su circunferencia, en una cabina desde la que tendremos las mejores panorámicas de Londres.
Aunque todas las vistas desde aquí son interesantes, las más destacables son las del Rio Támesis (ya que este artilugio se encuentra justo sobre el rio), el County Hall que lo tenemos a nuestra izquierda y lo mejor de todo, las vistas del Parlamento (Big Ben incluido) que dado su innecesariamente bestial tamaño, es imposible apreciar desde tierra firme.
Luego de nuestra media hora de relajo en la que únicamente tuvimos que sacar fotos y sentarnos a disfrutar la vista, salimos del mar de turistas del London Eye y nos encaminamos a:
Westminster
Paso de hablar de Westminster, absolutamente cualquier guía turística de Londres va a tener todo lo que hay que visitar aquí, Parlamento, Big Ben, Westminster Abbey y un largo etcétera. A criterio del consumidor, agotado el interés que tengamos por Westminster vamos en búsqueda del autobús 24 en dirección a Leicester Square para llegar a nuestro destino gastronómico:
Chinatown
“Forget it Jake, it’s Chinatown…” Dado que su nombre condensa todo lo que se puede decir de este barrio, agregamos un solo comentario. Se come muy bien, y a precio muy razonable, con lo cual, en nuestro viaje, en este momento estaríamos en el horario ideal para cenar y luego emprender nuestro camino en busca de unos pares de pintas a:
Soho
Zona de bares, pubs, restos y demás, esta mas que bien para pasar la noche en el plan que se quiera, el tiempo que se quiera, supongo que se podrían decir más cosas de todos estos lugares, pero la verdad que está todo dicho sea en guías turísticas o en Internet. De aquí, una parada técnica en Oxford Circus para ver sus pantallas de publicidades enormes y decir una vez mas “I was there”. Habiendo cumplido con todo lo que un día turístico debe tener, concluimos el recorrido del primer día, imagino que por demás agotados.