Este blog no incluirá expresiones como "yo creo", "yo opino", "me parece que" ni nada de eso. Tengo razón hasta que alguien me demuestre lo contrario, para lo cual están todos formalmente invitados a postear comentarios.

martes, 12 de octubre de 2010

Michael Haneke's "Cache" (2005)

Una oferta en el VIPS de una edición de 2 discos a 6 euros hizo que cayera finalmente en mis manos una película de Michael Haneke. Este fue el caso de "Cache" (2005), película que en una noche de domingo me dispuse a ver, luego de haber visto por la tarde Charlie Kaufman's "Synecdoche, New York" (2008) y pensando que era estadísticamente improbable ver dos excelentes películas el mismo día. Pues para mi felicidad, creo haber visto dos de las grandes producciones de la década del 2000 con sólo unas pocas horas de diferencia.

"Cache" se basa en un thriller psicológico que presenta a una familia de clase acomodada que empieza a recibir cintas con filmaciones de la fachada de su casa envueltas en hojas de papel con dibujos infantiles de figuras degolladas y ensangrentadas. La película, cuyo título en español fue "Escondido", presenta un juego de contrapunto en el que toda acción, por el mero hecho de ser observada y puesta en evidencia cambia de por sí: vivimos en nuestro mundo privado, sin prestar atención a las implicancias que podrían tener cada una de nuestras acciones si fueran expuestas al resto, conversaciones casuales que si fueran grabadas y mostradas a otros, podrían cambiar radicalmente la percepción de quienes nos conocen. Lo escondido de cada uno de nosotros expuesto, el terror psicológico de no saber, no sólo cuando nos están observando, sino además cuando eso podrá ser visto por otros.

En todo thriller, se presenta la prosecución de una serie de eventos con un centro de intriga que tiene su resolución al final del filme. Conoceremos sus protagonistas por sus acciones y su interacción con el resto de los personajes y sacaremos las conclusiones pertinentes sobre sus razones y motivaciones para finalmente dar con la consecución del argumento. Pues bien, Haneke, logra dar una nueva interpretación al género:

Trataré de hacer una analogía. Supongamos que el núcleo de la película son las acciones de sus protagonistas (como comúnmente ocurre). Ahora supongamos una capa exterior que rodea a ese núcleo que esta compuesta por lo que el resto de los personajes pueden observar de los otros a través de las distintas filmaciones que aparecen en la película. La imagen que cada uno de ellos se formará del otro, estará dada no sólo por lo que ven sino además por lo que la cámara ve, lo escondido se dejará traslucir momentáneamente.

Ahora sumemos a esto lo que nosotros vemos. Nosotros como espectadores somos la segunda capa exterior que rodea las anteriores. Conocemos a los protagonistas por lo que la cámara de Haneke nos permite ver, compondremos nuestra imagen de cada personaje por lo que el director decide mostrarnos. Si, como en este caso, Haneke no quisiera presentarnos todas las piezas de un rompecabezas, sino a lo sumo, algunas de ellas, nuestra percepción final sería fácilmente mutable ante cada nueva pieza que se nos pueda proveer. Es más, la estructura de "Cache" parece asemejarse más a los rompecabezas de piezas intercambiables en el cual cualquiera de ellas puede ubicarse delante o detrás de cualquier otra.

La secuencia final da un cierre a este concepto, vemos una conversación que no podemos oír, con sólo esto, tendremos que sacar nuestras conclusiones y conocer las motivaciones de cada uno de los protagonistas. Ahora, si no hubiéramos visto esa última escena ¿Habríamos sacado las mismas conclusiones? ¿Y si hubiéramos oído dicha conversación, qué pensaríamos? Con esta película, Michael Haneke analiza el Thriller como género y redefine sus propios cimientos. Va aún más allá que los Hermanos Coen en su brillante "No Country for Old Men" (2007).

Hoy por hoy, considero que "Cache" es al Thriller lo que Clint Eastwood's "Unforgiven" (1992) fue al género Western: un Quijote moderno para nuestras novelas de caballería contemporáneas.


Michael Haneke's "Le Temps du Loup" (2003)

Ayer por la noche, víspera de feriado, y para que el ánimo no decaiga, me dispuse a ver Michael Haneke's "Le Temps du Loup" (2003). Película basada en un futuro distópico y apocalíptico, tiene como protagonistas a una familia recién llegada a su casa de campo, quienes descubren que su hogar se encuentra ocupado por unos desconocidos que sin muchas explicaciones de por medio, asesinan al padre de la familia en los primeros minutos de proyección.


Por delante, tendremos poco más de dos horas de sufrimiento y miserias humanas vividas por la madre y sus dos hijos de mediana edad que deberán deambular por un paraje de desolación y muerte, donde una no explicada enfermedad está aniquilando toda vida animal (humana incluida, claro esta, ¡Que en esta casa a Darwin se lo respeta!) y sólo unos pocos grupos de sobrevivientes rudimentariamente organizados que deberán arreglárselas para salir adelante a través del trueque, hurto, asesinato y demás cuestiones a las que típicamente se enfrentan los protagonistas de futuros apocalípticos (repetidos hasta el hartazgo y con una falta tan grande de originalidad que nos fuerzan a querer cada vez más a la entrañable película de 1979: "Mad Max" **).


Pues bien, tangencialmente similar a la ya comentada "Funny Games" del mismo director, esta película pide mucho del espectador a cambio de muy poco. Nos aliena, nos enfrenta a dos horas de tedio, sin dirección narrativa, nos obliga a espectar dos horas de sufrimiento humano, y todo a cambio de, a lo sumo, un mensaje final de redención que bien podríamos encontrar en una galletita china o en un "Dos Corazones" de Felfort.


Es inevitable cuando uno ve esta película, recordar a la obra maestra de Luis Buñuel: "El Angel Exterminador", estrenada 40 años antes que esta producción de Haneke. Pensar en la distopía universal e intempestiva de Buñuel, con sus comensales encerrados en una sala de la que no pueden salir y compararlo con la rimbombante distopía de Haneke me obliga a pensar que las dos horas que tuve que soportar con "Le Temp du Loup" no han valido la pena en lo más mínimo.


(**) Esa chorrada de "Saw" en que uno de los esposados debe elegir entre cortarse su propia pierna con una sierra para escapar o morir, es de "Mad Max" para el que no lo recuerde… ni en eso fue original "Saw"… me disperse…



lunes, 11 de octubre de 2010

Michael Haneke's "Das Schloss" (1997)

Siguiendo la linea de los últimos días, prosigo con Michael Haneke. La noche de ayer, fue el turno de "El Castillo" (1997), adaptación a la obra homónima e inconclusa de Franz Kafka.


En sus poco más de dos horas, esta película es una excelente adaptación a la obra literaria de Kafka, y ciertamente puede considerarse un excelente acercamiento a Franz Kafka para quienes aún no hayan recorrido el pedregoso camino que es la obra de dicho autor. Sin embargo, esta película mucho tiene de ejercicio y poco de obra, y trataré de explicarme.


En general, una obra literaria, que no haya surgido inicialmente como guión cinematográfico, puede o no ser adecuada para la realización de una película. La distinción, en mi opinión, esta determinada por el ámbito de la obra, siendo principalmente aptas para la pantalla grande la literatura que podríamos considerar narrativamente… fáctica (es la mejor palabra que encontré, aunque no se si realmente existe). En el caso de autores como Franz Kafka, o por citar el ejemplo más claro que se me viene a la mente, el "Ulises" de James Joyce, no pueden tener una adecuada adaptación por ser en su mayoría de una narrativa abstracta basada en la prosecución del pensamiento.


Si una obra literaria se basa en esto, su lectura reina en la abstracción del pensamiento. Al leer, nuestros sentidos se encuentran (o deberían encontrarse) ociosos, y es únicamente nuestra capacidad de pensar, abstraer e imaginar la que nos conecta con la obra, con lo cual, una obra tan abstracta (no es la mejor palabra, lo se) como "El Castillo" tiene su principal logro en proyectar en nosotros a través de situaciones confusas, inconcebibles e imposibles, abstracciones que se presenten en nuestro pensamiento como ideas tangibles y transmisibles.


En el caso del cine, aunque existe un caudal enorme de intercambio en este sentido, inevitablemente, el cine esta conectado a nosotros a través de la materialidad de los sentidos, vemos y escuchamos: las imágenes, la música y el interminable etcétera de recursos fílmicos, componen una unidad, y es ahí donde creo que falla el ejercicio realizado por Haneke.

Una obra como "El Castillo" no puede ser adaptada, puede y tiene que vivir únicamente en la abstracción del pensamiento, y un acercamiento a través de lo tangible de los sentidos no puede más que restar al aporte general de la obra literaria. En este caso, el todo (literario) será siempre mucho más que la suma de sus partes audiovisuales.


Pero que conste, me gustó la película.



domingo, 10 de octubre de 2010

Anton Corbijn's "The American" (2010)

Luego de ya dos meses y contando de no tener en la cartelera de cine absolutamente nada que ver, junte valor y fui a ver Anton Corbijn's "The American" (2010). Craso error.

En el mejor de los casos, podríamos decir que esta película es una correcta ejecución de un guión íntegramente predecible. La película lo tiene todo: acción, romance, tedio... logrando ser espesa aún en los momentos de mayor tensión, ni que hablar del ilimitado embotamiento que pueden provocar las escenas de filosofía contemplativa o recorridos pseudo-turísticos por la Italia pueblerina que es escenario de esta producción.

Pues bien, George Clooney, ya entrado en años, es uno de esos asesinos a sueldo que tiene la vaca atada… frío, seductor, calculador, perfecto, entrenado, perfectamente peinado, con una puntería inmaculada y un pulso imperturbable. Pero claro, como Clooney ya esta pisando sus 50 años, su personaje ahora es dicotómico: sigue siendo el que era, pero ahora conduce un Fiat Tempra (la masculinidad siempre esta asociada a los autos en las películas), necesita relacionarse con el resto del mundo (lease tomarse un brandy con el sacerdote del pueblo) y por supuesto… abre su corazón al amor, y como era de esperar, lo hará con una prostituta del pueblo que poco tiene de las aguerridas señoritas de los bosques de Palermo y que seguramente haya sido Miss Italia el pasado año.

Clooney dedica todo su empeño en una de sus últimas asignaciones, preparar un arma para entregarsela a otro asesino a sueldo, en este caso una mujer fría, seductora, calculadora, perfecta, entrenada, perfectamente peinada, con una puntería inmaculada y un pulso imperturbable, en la flor de su profesión. ¿Será que el pone tanto empeño en preparar el arma que terminará por matarlo? ¿Se enamorará de la prostituta Miss Italia 2009 y dejará atrás una vida de crímenes? ¿Podrá algún día perdonar su pasado? ¿Tendremos por conclusión un final de redención con un adagio para cuerdas?

Michael Haneke's "Funny Games" (1997)

Luego de ver hace unos pocos días la excelente película del 2005 "Cache", me empecé a interesar por MICHAEL HANEKE. Visita al FNAC de por medio, agregué a mi videoteca "Le Temps du Loup" (2003), "Funny Games" (1997, versión original alemana) y "El Castillo" (1997, adaptación de la obra de Franz Kafka).

Ayer sábado, en una tarde de nubosidad variable por probabilidad de chaparrones, me dispuse a ver "Funny Games". Craso error.

Desde los títulos iniciales, ya uno puede imaginarse lo que esta por venir: otro experimento más de alienación al espectador, otro más… el director se supone en la autodesignada figura de imponer a sus espectadores (hayan sido avisados o no de ello) de enfrentarse por casi dos horas a secuencias de terror psicológico, sufrimiento y tortura (siempre fuera de cámara eso si…), sin motivo, objeto o razón de ser. Con constantes guiños a la cámara uno de sus personajes nos mantiene siempre alertas de que participamos de una ficción, desde el principio sabemos que ante tanto sufrimiento y terror, no habrá ningún tipo de resarcimiento, lo que está siendo analizado no es la situación de los personajes, sino la del espectador… ¿Cuanta morbosidad y tortura estamos dispuestos a ver, sabiendo que no tendrá más razón de ser que la tortura en sí? ¿Cuantas horas podríamos estar pendientes de este juego y por qué? ¿Cuando por fin decidiremos apagar el DVD o levantarnos de nuestra butaca?

Lo que resulta más deleznable de esta película es que si su interés es el análisis de la relación entre espectador y violencia, aporta poco y nada teniendo en cuenta que tres años antes Oliver Stone ya había presentado "Natural Born Killers" (1994) que no sólo logra analizar el tema de la violencia, el voyeurismo del espectador y los medios de comunicación masivos, sino que ademas no se queda en un mero experimento, sino que figura entre una de las producciones más significativas de los años '90.