Este blog no incluirá expresiones como "yo creo", "yo opino", "me parece que" ni nada de eso. Tengo razón hasta que alguien me demuestre lo contrario, para lo cual están todos formalmente invitados a postear comentarios.

miércoles, 27 de enero de 2010

Oliver Stone´s "Natural Born Killers" (1994)

Casi todo el mundo ha visto "Natural Born Killers" en algún momento de su vida, sin embargo, propongo el siguiente ejercicio: todo el que no recuerde el SITCOM que nos presenta la adolescencia difícil de su protagonista Mallory Knox (Juliette Lewis) DEBE volver a verla. Esta secuencia es una obra genial de Oliver Stone y el principal exponente del mensaje de su película. Un ejemplo similar seria la obligacion de volver a ver Alfred Hitchcock's Psycho, si no recuerdan la escena en que Norman Bates hunde en el pantano del fondo de su casa al auto de la recién asesinada y universalmente famosa victima de la bañera. En esta escena, Hitchcock magistralmente nos obliga a simpatizar con el asesino, el suspenso pasa de estar relacionado a preocuparnos por la suerte de las victimas a que estemos pendientes de la suerte del victimario, una de las tantas razones por la cual Psycho es la gran obra maestra del cine de suspenso.

La primera vez que vi hace muchos años "Natural Born Killers" no me agradó. Rememorando como me había sentido al respecto, se me ocurrió pensar que en ese momento había intuido que Oliver Stone había jugado conmigo como espectador y me había obligado a simpatizar con una pareja de asesinos sin ningún tipo de remordimientos y que lo había encubierto con valores como el amor, la libertad y la voluntad para convencerme. El tiempo paso y días atrás volví a enfrentarme a esta película, para caer en la cuenta de que sí es una transgiversación de Stone, pero es muchísimo mas que eso.

Es un magistral ejercicio de la manipulación, pero al mismo tiempo y mayoritariamente, es la denuncia de dicha manipulación. Stone supo realizar una obra maestra y una de las mejores películas de la década del 90, que es causa y consecuencia en si misma. Nos manipula, nos enseña a manipularnos y al mismo tiempo denuncia la capacidad mediática para dicha manipulación.

Toda comunicación entre un transmisor y un receptor, tiene un lenguaje, protocolo y contenido. Para que una transmisión pueda ser posible, ambas partes aceptan un protocolo para dicha comunicación, acordando un mismo lenguaje y una vez conseguido este acuerdo, la información transmitida en su conjunto define el contenido. Recurriendo al absurdo, en informática, el lenguaje binario a través del protocolo de Internet puede enviar cualquier tipo de contenido, desde la novena sinfonía de Beethoven hasta una película porno. El medio de comunicación es el mismo, su contenido es el que varía.

Stone hace un ejercicio genial de las capacidades del lenguaje, entendiendo que una vez acordado el protocolo de transmisión entre realizador y espectador, cualquier contenido puede ser enviado, siempre y cuando se use el canal de comunicación y lenguaje preacordados. Así, y retomando lo comentado al principio, nos presenta en plan SITCOM, como comedia televisiva estadounidense de la tarde, como el padre de Mallory abusaba sexualmente de ella y como maltrataba física y psicológicamente a su familia. La audiencia rie, no porque lo que se cuente es gracioso, sino porque el lenguaje audiovisual esta ya preacordado, y siempre y cuando el timing sea el adecuado, se acepta el contenido de antemano.

Con esta película, Oliver Stone ha sido mas que brillante. Ha sabido adelantarse a lo que invariablemente iba a llegar y llegó. Convivimos con protocolos preacordados que permiten transmitir cualquier tipo de contenido a cualquier audiencia que, totalmente indefensa, los acepta por creer ciegamente en el medio de comunicación y no responsabilizarse por interpretar su contenido. Los realizadores hasta abusan de la fisonomía de la victima como parte del lenguaje para hacernos simpatizar o rechazar un asesinato. En el caso de "Natural Born Killers", Stone nos hace simpatizar con dos asesinos seriales sin ningún tipo de moralidad, dispuestos a cargarse a quien sea por unos minutos más de diversión. Los aceptamos y simpatizamos con ellos, porque Stone juega con nosotros dándonos una historia de amor, la búsqueda de la libertad y una reafirmación de la voluntad del individuo. Con esta película Oliver Stone es causa y consecuencia de su denuncia.

1 comentario:

  1. Que haces Marianin :D Me acuerdo que en "El Bueno, El Malo y El Feo" hablaste no-muy-bien de esta peli, y no tuve oportunidad de comentarlo con vos por que de la epoca es una de las que mas me gusto (de las que vi claro, mis padres no eran muy aficionados al cine que se salia de los estándares holliwoodenses).
    Yo hace mucho tiempo que no la veo ... masomenos cuando salio en VHS despues del estreno del cine, y aun recuerdo esa escena del sit-com muy bien. Creo que para humanizar la pareja de asesinos amorales y poder identificarte con ellos, ayudó mucho el personaje con la moralidad mas retorcida de la peli: Wayne Gale (el periodista interpretado por Robert Downey Jr., en un papel increible), que con una moralidad "aceptada" en la sociedad es un reverendo hdp.
    Hace mas de 12/14 años que vi la peli, y por ahí es hora de re-verla.
    Salu2!

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