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martes, 19 de enero de 2010

Gus Van Sant's "My Own Private Idaho" (1991)

"My Own Private Idaho" es un interesante ejercicio en como retratar un instante específico en nuestras vidas. En este caso, el instante en que nos enfrentamos a pasar de la adolescencia a la adultez, como lidiamos con ello y como compartimos ese mismo instante en la vida de los que nos rodean.

Aunque la película presenta personajes marginales y extremos, jóvenes de 20 años inmersos en la prostitución y la vida callejera, no plantea su forma de vida como el tema a tratar, sino que más bien habla de las sensaciones y sentimientos de esa transición, del enfrentamiento a la adultez, y usa la caricatura de sus personajes como el medio para comunicarla.

Los protagonistas, ambos jóvenes, comparten su vida con otros pares en situaciones similares, y destaca entre ellos Bob, padre intelectual de todos, que fácilmente los duplica en edad, pero que al fin y al cabo es el más niño de todos. Mike (River Phoenix) es un joven que tuvo una infancia brutalmente compleja, sumido en la pobreza y con padres que no estuvieron allí para él. Scott (Keanu Reeves) es su reverso, nacido de una familia millonaria, su padre es el alcalde de la ciudad, y Scout se sabe inevitable heredero de una fortuna. Ambos, consideran haber tenido una infancia difícil, y como suele ocurrir, ninguno de ellos puede ponerse en la situación del otro.

Este filme es una colección sucesiva de impresiones, y tiene su principal logro en como las retrata. La ilusión poética adolescente de coleccionar frases elevadas, presentada en los diálogos de sus protagonistas, principalmente con Bob. El acercamiento a la sexualidad como algo inevitable pero al mismo tiempo poco placentero o hasta incluso desagradable, presentando las escenas sexuales como fotogramas de recuerdos fragmentados, trozos de un espejo roto en el que aún vemos nuestro reflejo. La decisión de afrontar la adultez como una decisión de cambio. La negación a la adultez como una cíclica repetición y vuelta a empezar, representada por la carretera con la que empieza y termina el filme. El anhelo del adulto de volver a su adolescencia. El anhelo del adolescente a ser adulto o al menos a ser reconocido por los adultos. El adolescente que se siente traicionado por su ex amigo, ahora adulto. El iniciado adulto negando la existencia de su ex amigo, aún adolescente.

En fin, esta deconstrucción no tiene ni pies ni cabeza, es solo una sucesión de impresiones, que, siguiendo el espíritu de la película, tuve intenciones de transcribir. Por último, algo que podría cuestionarse a esta película es su excesivo tono elevado y poético, quizás demasiado pretensioso, pero al fin y al cabo, ¿Quién, principalmente en su adolescencia, no ha visto su vida más poética y elevada de lo que realmente es?.


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