Este blog no incluirá expresiones como "yo creo", "yo opino", "me parece que" ni nada de eso. Tengo razón hasta que alguien me demuestre lo contrario, para lo cual están todos formalmente invitados a postear comentarios.

domingo, 23 de agosto de 2009

Stanley Kubrick's "Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb" (1964)

Dr. Strangelove o como deje de preocuparme por el cine y empecé a amarlo. La primera vez que la he visto fue hace ya muchos años, en una época en que estaba claro que me gustaba el cine, pero que había un par de cosas que me preocupaban.

En primer lugar, la imposibilidad de acostumbrarme al cine que no fuera contemporáneo: las diferencias técnicas y tecnológicas del cine de principio de los '90 respecto al cine de las décadas anteriores no me imposibilitaba ver una película, pero si me era casi imposible disfrutarla. El otro punto álgido, era la preocupación de ¿Que cine es "bueno"? ¿Por qué demonios Citizen Kane es una de las mas influyentes películas de la historia? ¿Por que King Kong y no Jurassic Park? Era una etapa en que consumía fácilmente cuatro películas por día, de las mas diversas, y no encontraba cual era el cine que podía considerar "bueno" y cual no. Ya por esa época, aunque sin Internet, que estaba en sus inicios, había tenido acceso a varias de las malditas y retorcidas listas de "Las 100 mejores películas" y sonaban en mi cabeza nombres que supuestamente, debían ser significativos.

Y en esta incertidumbre y falta de criterio, apareció Dr. Strangelove. Una película filmada por un gran director como Kubrick (eso decían), estrenada en 1964, blanco y negro, que trataba sobre la carrera armamentista entre EEUU y Rusia y un posible holocausto nuclear. Como una película mas del montón de las 100 mejores de vaya uno a saber que lista, la conseguí (luego de grandes esfuerzos ya que si hay algo que tiene en común el buen cine es que no es accesible para el publico en general) y me dispuse a verla en VHS de mala calidad.

Y ocurrió el milagro, después de los primeros minutos, no existían las falencias técnicas, los efectos especiales de otra época, el sonido de mala calidad, el VHS que ya había tenido muchas mas reproducciones de las que podía soportar, no había una preocupación por concluir si la película era "buena" o no, o por qué era "buena". Lo único que existía era Dr. Strangelove y pude disfrutar de su cine como tal, sin ninguna necesidad de preguntarme si era "buena" o no ni por qué. La sensación fue, es cine, es una sátira, es un cine que no importa cuantas décadas pasen, seguirá siendo igual de actual, igual de desopilante, con un Peter Sellers igual de genial y un director como Kubrick que hizo la diferencia, que supo crear una obra brillante, que no importa cuantas veces la vea, seguirá siendo de esas pocas películas que saben tener el equilibrio perfecto entre entretenimiento (en el sentido amplio de la palabra), originalidad, creatividad y virtuosismo técnico, lo cual la convierte en una película que no envejece con el paso del tiempo.

Hay varios elementos en Dr. Strangelove que la convierten en la gran película que es:

Su vigencia, no importa cuantas décadas pasen, el análisis desopilante de la locura armamentista seguirá siendo igual de actual, la cadena de mando política y militar seguirá siendo igual de desquiciada, la minuciosidad técnica del equipo de Kubrick seguirá aportando el realismo necesario para que la película no envejezca y su banda de sonido la seguiremos tarareando, no importa cuantas décadas pasen. Pensando ahora en una película que sepa ser tan actual como Dr. Strangelove, no puedo dejar de pensar en Fritz Lang's "M" (1931) que ya con casi 80 años desde su estreno, su actualidad y vigencia es increíble.

Su espíritu, ya que aunque actual, no supone lo mismo ver una película hoy que en 1964, sobre un posible holocausto nuclear provocado por un general al que se la ido la hoya, en plan sátira desquiciada. Teniendo en cuenta su estreno en 1964, y estando en plena carrera armamentista entre EEUU y Rusia, la guerra de Vietnam, el Muro de Berlín, la Crisis de los Misiles en Cuba, la muerte de Kennedy pocos meses antes de su estreno y un largo etcétera. Esta película supo presentar en plan sátira una realidad desquiciada basada en la lógica retorcida de la mutua aniquilación como única política de estado.

Peter Sellers, interpretando tres papales: el presidente de los EEUU, un militar británico (segundo en la cadena de mando de Ripper, responsable del posible holocausto) y Dr. Strangelove, un científico nuclear nazi repatriado en América. Difícilmente se me pueda ocurrir una actuación cómica que pueda estar a la altura de Sellers en esta película, sus interpretaciones son brillantes, sus improvisaciones geniales y sin duda, supieron darle a una película excelente, un valor agregado que la convierte en la obra maestra que hoy es. Seria invalido pensar en esta película como una película de Kubrick únicamente, creo que la mejor forma de verla es como la colaboración de Kubrick-Sellers, un Kubrick que daba inicio a su etapa de mayor genialidad y un Sellers que bajo el ala de Kubrick supo encontrar uno de sus puntos mas importantes de su carrera. Creo que el único punto a la altura de esta actuación de Sellers esta en "Being There" (1979).

Stanley Kubrick, en su punto de mayor capacidad creativa, estrenando Dr. Strangelove en 1964 y "2001: A Space Oddissey" con solo cuatro años de diferencia. La figura de Kubrick esta presente en todos los aspectos de la película, desde sus créditos iniciales. Luego de escribir un guión en colaboración con Harris sobre una película absolutamente seria y dramática sobre la estrategia nuclear, cambio el concepto general de la película entendiendo que la única forma de hablar de la locura de la estrategia de estado del terror nuclear podía ser en plan sátira. Reescribiendo conjuntamente con Terry Southern el guión definitivo de la película para presentar el planteo estratégicamente delirante del equilibrio de poder nuclear.

Supo elegir la dupla actoral de Peter Sellers y George C. Scott, en su primer actuación cómica siendo un actor altamente reconocido en el ambiente teatral y supo conseguir un equilibrio entre su nivel de perfeccionismo obsesivo y el grado de improvisación extremo de Sellers que encontró su punto cumbre de actor cómico, destacando que la mayor parte de las líneas de Sellers en la versión definitiva de la película no se encuentran en el guión.
Diseño conjuntamente con Ken Adam el Set de la Sala de Guerra, aun hoy uno de los mas influyentes Set de filmación, imposible de olvidar. Así como todo los interiores de los bombarderos, con su minuciosidad técnica, sin ningún tipo de apoyo de asesoramiento por parte de la milicia estadounidense y que les valió una investigación del FBI por su nivel de precisión y realismo.

Quizás lo mas interesante de esta película, considerándola como uno de los hitos mas importantes de la carrera de Stanley Kubrick, es que siendo uno de sus proyectos menos controlados en cuanto a la visión del producto final concluido, sufriendo variaciones significativas en su genero, guión, actores y metraje (existe una escena final de una guerra de pasteles de crema en la Sala de Guerra que a ultimo momento fue quitada del metraje definitivo de la película), tuvo un equilibrio entre el Kubrick creativo y el Kubrick obsesivo, beneficiandose de lo mejor de ambos mundos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario