Este blog no incluirá expresiones como "yo creo", "yo opino", "me parece que" ni nada de eso. Tengo razón hasta que alguien me demuestre lo contrario, para lo cual están todos formalmente invitados a postear comentarios.

sábado, 21 de agosto de 2010

Cristian Mungiu's "4 Months, 3 Weeks and 2 Days" (2007)

Rumania, 1987. Gabita, en sus poco mas de veinte años ha quedado embarazada y decide abortar. Su amiga, Otilia (brillantemente interpretada por Anamaria Marinca) se compromete a ayudarla. Gabita contrata a un supuesto doctor de manera clandestina, por teléfono, para que la ayude a abortar en una habitación de hotel, según recomendación de una de sus amigas que ha pasado por esto pocos meses atrás.


Sobre esta base argumental, se nos presenta una historia de poco menos de dos horas que está entre las mejores películas de la ultima década. El por qué, considero que corresponde no tanto a la historia en si, o a la declaración de intenciones respecto a un tema tan ¿ideológicamente? conflictivo, sino que corresponde al cómo esta contada:


En cuanto al tema en si y la historia, aunque duro, radical y complejo, no podemos decir que nos sorprenda exclusivamente por su originalidad. En general, temas de este calibre encuentran en el cine su espacio para realizar la declaración de intenciones propia de cada postura (principalmente las que tengan una aceptación mayoritaria).


En cuanto a la declaración de intenciones de la película en si, es un tópico que no atrae en lo mas mínimo mi interés, como en todas las guerras de religión, prefiero mantenerme al margen.


Pero lo que destaca, lo que hace de esta película una obra maestra inesperada y sorprendente es el como se nos cuenta esta historia. En general, cuanto mas cine vemos, mas se limita nuestra capacidad de involucrarnos emocionalmente con la película (al menos en mi caso), y esto por dos razones principales:


En primer lugar, algo que creo ocurre a todos por igual, y es que la repeticion de temas, recursos, personajes, etc, que nos provoca un acostumbramiento a recursos que cada vez pueden afectarnos en menor medida. Podemos asustarnos con todas y cada una de las películas de terror sacadas de molde en el cine de los últimos 30 años, pero después de una y otra vez (hasta el hartazgo) ver las mismas sorpresas, los mismos zombies y los mismos asesinos seriales, haciendo siempre lo mismo, en algún momento, dejara de sorprendernos o asustarnos. Claro esta que de esto están exceptuados los espectadores que categorizan las películas por sus emociones inmediatas: "ayer vi una película de miedo" o "una de risa" o hasta el alguna vez escuchado "una de llorar".


En segundo lugar, cuanto mas atención prestemos a los recursos y técnicas utilizadas por los diferentes integrantes del staff de filmación, mas perderemos el contacto con la emociones directas provocadas por el filme. Reconociendo la interacción de la fotografía, la banda de sonido, la duración de las escenas, el movimiento y posición de la cámara, y la figura, en general omnipresente, del director, podemos "leer" una película y acercarnos a tratar de identificar, no solo la historia en si, sino ademas, como nos es contada.


Pues en el caso de esta película, y después de años de que difícilmente una película me haya afectado emocionalmente (quizás Lars Von Trier's "Antichrist" sea la primera que recuerdo), esta producción pudo conmigo. La historia no solo nos envuelve, no solo nos interesa, sino que ademas nos afecta, nos involucra, nos hace formar parte por casi dos horas del mundo del horror y sufrimiento recorrido por sus dos protagonistas. En mi desconocimiento, considero que entender cómo esta película pudo ser filmada, y como nos afecta, debería ser un caso de estudio.


De lo poco que pude tratar de "leer" mientras la película minuto a minuto me aniquilaba emocionalmente, es el uso del suspenso. Esta película nos mantiene en suspenso durante sus casi dos horas. El tono en que fue filmada nos oculta (casi) siempre las imágenes o situaciones que pueden ser (demasiado) fuertes de ver: no hace falta mostrarnos algo directamente para que lo veamos, nuestra imaginación puede ser peor aun, y a excepción de una escena en particular, somos nosotros quienes imaginamos las situaciones mas horrorosas, el recurso de la sorpresa casi no es usado, el suspenso nos provoca una tensión constante y creciente que se prolonga por mucho mas tiempo que la duración del filme.


El cómo esto puede producirse en nosotros, creo que radica en la duración de las escenas de la película. Extrañamente, y lo que para esta época es no solo una rareza sino algo ya casi extinguido, es que la mayoría de las escenas de la película no tienen cortes de edición y su duración es increíblemente extensa, rondando los cuatro o cinco minutos en promedio quizás. Esta ausencia de cortes de edición en escenas extensísimas, nos hace participar de cada situación, vivimos el tiempo de cada evento de la misma manera que sus protagonistas, esperamos con ellas y padecemos cada minuto junto a ellas. En una época donde la edición de fracción de segundo hace que los directores deleguen su trabajo a los directores de edición, esta película es una clase magistral de como aprovechar de manera inteligente los recursos que el cine ofrece.


Como reflexión final, me viene el recuerdo de escuchar infinidad de veces que ya esta todo inventado, que es muy difícil ser original en estas épocas o llamar la atención del espectador. Pues no estoy de acuerdo, este es un ejemplo de como un tema que no tiene nada de original, con pocos recursos, puede ser una producción original, excepcional y aunque nos estén diciendo algo que ya hemos oído una y otra vez, pueda producir en nosotros la sensación de haberlo realmente escuchado por primera vez.



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