"Pink Floyd: The Wall" es la juxtaposición de secuencias cinematográficas al disco doble de la banda. Su contenido y simbología, esta directa y estrechamente ligada a la obra conceptual musical, con lo cual, hablar de la película, es hablar del disco: "The Wall", compuesto por Roger Waters, centro de gravedad de la banda Pink Floyd, es el análisis interior de Waters sobre Waters, una autobiografía, en algunos casos simbólica, en otros, estrictamente biográfica. Ya en su inicio, Waters nos dice:
"Tell me is something eluding you sunshine?
Is this not what you expected to see?
If you want to find out what's behind these cold eyes?
You'll just have to claw your way through this disguise"
Luego, con la secuencia mas famosa de la pelicula, en sintonía con el tema mas conocido del disco, se nos presenta al joven Waters en sus primeros años de educación: Una férrea autoridad despótica de sus profesores, la falta de comprensión y la constante burla, cimentan el tercer ladrillo en su muro. De aquí en más, pasarán por su vida personas que, como dice la famosa frase (lamentablemente repetida hasta el hartazgo):
"All in all it was just a brick in the wall
All in all it was all just bricks in the wall"
Luego, su casamiento y su incapacidad para llevar adelante su matrimonio, con un ostracismo imposible de tolerar por su pareja, condenado a la catatonia comunmente acompañada del aparato de televisión, omnipresente en su vida, lo llevan a perder a su pareja, y al engaño de su mujer con un defensor político del desarme nuclear, al fin y al cabo, su esposa cambia la catatonia nihilista de él, por el primer hombre que encuentra que al menos cree en algo. Ya en su adultez, este será un nuevo ladrillo en el muro, punto de inflexión del quiebre final de su personalidad:
"Day after day, love turns grey
Like the skin of a dying man
And night after night, we pretend it's all right
But I have grown older and
You have grown colder and
Nothing is very much fun anymore.
And I can feel one of my turns coming on.
I feel, cold as a razor blade
Tight as a tourniquet
Dry as a funeral drum"
Y es aquí donde el protagonista visita los lugares más oscuros de su identidad, donde su (auto)crítica del mundo que le rodea, como estrella de rock, lo llevan a lo que requerirá un parrafo aparte. Dejando esto para el final, por ser, a gusto de este servidor, lo más interesante de toda la obra cinematográfica (no así de la obra musical), pasemos revista a los últimos momentos de la obra. Finalmente, el protagonista es enjuiciado. Con la brillante secuencia onírica a cargo de Gerald Scarfe, asisten al juicio todas las personas que forman o formaron parte de su vida y lo acusan por sus acciones y omisiones. El veredicto es inevitable, el muro debe caer, la obra "The Wall", en sí, presenta un veredicto que es su razón de ser. Con "The Wall", Waters se expone al resto y, con una sinceridad brillante y brutal, nos muestra los sitios más inconfesables de su persona: al presentarlo en público, el muro cae, y la obra termina con el inevitable veredicto. Concluyen la obra unas breves y únicas estrofas, que pueden pasar desapercibidas, en el tímido final "Outside the wall":
"All alone, or in twos
The ones who really love you
Walk up and down outside the wall
[...]
And when they've given you their all
Some stagger and fall: after all it's not easy
Banging your heart against some mad buggers Wall"
Por ultimo, retomando el punto de inflexion pendiente, tenemos a Pink, el protagonista, (injustamente) decepcionado por el engaño de su mujer, que nos muestra su vínculo con el único mundo que le queda, su público: Una masa informe y amorfa, de rostros vacíos que lo ovacionan y lo siguen incondicionalmente en su rol de estrella de rock. Figura emblemática representada por un totalitarismo con referencias inmediatas al fascismo que tiño de negro las decadas centrales del Siglo XX. Al igual que el color negro, omnipresente en todas estas secuencias, aparecen constantemente en cada símbolo y emblema, con sus inolvidables martillos marchando, los colores rojo y blanco, antagonicos contrapuestos que se combinan para dar paso al rosa.
Así, la asociación del fascismo y el mundo del rock, es inevitable: ambos representan el seguimiento incondicional de una masa a la figura que los dirige, idealizada y elevada hasta su divinizacion, devoción cimentada en fundamentos poco claros y por lo general indefendibles, que dan una identificacion de pertenencia, principalmente por definir quienes no pertenecen al selecto grupo. Así, difícilmente la historia del rock haya dado una figura que no necesite su némesis. Sino, ¿Cómo explicar qué identifica a un skinhead de un punk, sino por la definición de todos los que no pertenecen a su selecto grupo?
(**) A excepción quizás de esa innecesaria secuencia final, que para el que no la recuerde, tiene a esos niños llevando en sus cochecitos de juguete los ladrillos del muro caído, simbolismo obvio de esperanza y buena fe, tan a lo Parker.
The Wall? me suena, me suena...
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